De planta medicinal a potente cancerígeno
Una investigación concluye que las aristoloquias son más peligrosas que el tabaco o los rayos ultravioletas
Las plantas del género Aristolochia –de las que hay incluso una de raigambre española, la bética- forman parte de la medicina tradicional china. Se utilizaba para la fiebre y para provocar la regla (en altas dosis era abortiva). Pero esta atribución benefactora, que se consideraba debida al ácido aristolóquico, no se sostiene, según los resultados de dos estudios que han publicado Science Translational Medicine. Ya en los noventa se descubrieron efectos renales adversos, pero este último trabajo va mucho más allá: según sus conclusiones tiene un poder carcinogénico mayor que el tabaco o la radiación ultravioleta (medido como capacidad de producir mutaciones). En concreto se asocia a tumores del tracto urinario, renales y también de hígado.
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